I “DONDE NUNCA DUELA”

I “DONDE NUNCA DUELA”

Descubrir que la lluvia sabe amarga
deslizándose lentamente entre las capas del alma.

De zapatos ensombrecidos
entre charcos de agua radioactiva
que funden los pasos andados.

Derramados los vientos entre las torres de cristal
que se cuartean entre filtros de luces.

Suben las hojas de papel rotas
entre huracanes de plástico
amortajando las palabras que no se leerán.

Dirán adiós las gaviotas a la costa
en su vuelo matinal del cual nunca regresarán.

Portarán los estandartes
en las cumbres más altas los poetas acabados,
entre las miserias de los sueños rotos
y las esperanzas del reverdecer de las palabras.

Surcarán entre sus recuerdos las ramas de los abetos
deseosos del regreso de los vientos,
para canturrear sus cánticos
en los bosques de los sueños.

Dejarán las lágrimas secarse al viento
las lagunas de los sentimientos
en pos del descanso de las almas
que las heridas retuvieron.

Morirán las desventuras
entre algodones perfumados de lilas.

Soñarán los tiempos en detenerse
ausentándose del espacio
coronando las sombras
de Leónidas esparcidas por el cielo.

Y viajarán las mentes
a donde nunca el corazón dolerá.

©® César Gorín
"Las horas en las que no hay nadie"